Ven acércate aquí, a mi barandilla.
¿Ves cómo se transforma con las estaciones esta ciudad?
Todavía podemos correr desnudos por la arena como si fuesemos los únicos corazones latiendo a kilómetros. Las persianas bajadas te dejan libertad para besarme sin que el mundo se entere. Las paredes desconchadas nos dejan tiempo a solas hasta que lleguen los bañistas en agosto.
Aún estas noches son más cálidas que las veraniegas, si encendemos la chimenea y nos bebemos el cognac que tiene guardado papá. Bailaremos hasta tarde y gritaremos borrachos a la luna, sin el miedo a que nos escuche vecino alguno.
5 comentarios:
una sonrisa no, mil:D
me encantan ese tipo de fotos.
Se acerca el buen tiempo...:)
esta entrada me hace pensar
Respecto a lo que decías en mi blog, es vulneración de un derecho fundamental el que te prohiban acudir a una manifestación (siempre que ésta se encuentre autorizada por la Administración). Además, según me acaban de decir, haciendo ciertas gestiones se podría faltar a clase sin sanción alguna.
¡Un saludo!
bendita sea tu ciudad solitaria entonces!
Buen encuentro tu blog.
Saludos ausentes
¿Por qué a todos os encanta el queso? jajaja
La ciudad me despierta...
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