Muecas de dolor ocultas en sonrisas, la lengua cansada de conversaciones estúpidas. La voz que no aflora de mi garganta por no cometer más insensateces. Mi pecho frenando los vaivenes de la montaña rusa en la que se ha convertido mi ánimo.
Inmune a mi alrededor, sigo estirando la sonrisa aunque se me agrieten los labios. Grietas hidratadas por ti, si alguna vez apareces.
Serás una mirada clara y transparente. Muerto de deseo cuando me mires y puro reflejo del amor el de tu iris cuando me asome a él de improvisto al hablarte bien de frente. Convertirás tus palabras en abrigo para mis noches de sábado y esperarás a que me duerma para mirarme dormir tranquila, plena,feliz de nuevo