06 noviembre, 2008

Hasta una patata es más sensible que yo. Mi estado resulta inalterable y me he vuelto hermética. Cuando me golpeo el pecho suena un gran eco y me lleno de astillas el puño, pero ya no hay dolor, no queda ni un ápice de él. Ya nada es lo que era, me he convertido en una autómata, dejo mi cuerpo muerto y gracias a que hay gente que me lleva, sigo adelante. Ni una mueca enturbia mi rostro, es gélido y somnoliento. Y es que en estos momentos, qué más me da por donde venga el viento.

3 comentarios:

brevedaddelosdias dijo...

todo se pega menos la hermosura ,
o eso dicen.

Jalo dijo...

dejas de ser humana y te vas convirtiendo pocoa poco en un androide sin sentimientos, sin poder sentir dolor pero tampoco placer, el corazon encarcelado entre muros de hielo macizo, congelando tus entrañas hasta llegar a la última de tus neuronas....
Un dia te despiertas y es verano en tu interior, el hielo se derrite y vuelves a sentir... sentir que estas viva, respira!!!!

blo dijo...

no hay mayor mal q vivir como animalicos sin sentir, sin doler y sin amar. La putada se nos presenta al comprobar que el amor nos hace vivir como eso...

p.d. yo tngo un 600, pero no tan molon :)