11 marzo, 2009

cierro comillas



Como el carmín rojo en una copa, tus labios marcaron mi piel quedando más que eclipsada.

¿Huella eterna?

Mancillada, roja, ardiente quedó la copa, reflejo de mí misma olvidada por los ojos de otro, aquellos ojos que pronto olvidarán mi rostro. Cuentan que ya comenzaron a hacerlo cuando aún los míos propios se les clavaban buscando sentimiento

Mi horóscopo no vaticina mi futuro sin la soledad. Ella sí parece quedarse por esta vez.

1 comentario:

Melpómene dijo...

tal vez se quede por esa vez..

me gusto mucho tu post...

saludos